El Señor sigue llamando y enviando obreros al campo de su Iglesia. El Espíritu trabaja en los corazones de los seminaristas y de los pastores para que adquieran la fisonomía del corazón del Buen Pastor.

Esta es precisamente la finalidad de la formación sacerdotal, tanto la inicial como la permanente: educar el corazón de un hombre concreto para que viva y comunique la caridad del Buen Pastor.

Se trata de educar para una opción fundamental de vida, conciente y libre, que orienta y determina la propia existencia, dándole plenitud de sentido.

Como lo muestra la historia de tantos buenos y santos pastores al servicio del Pueblo de Dios, el sacerdocio católico tiene verdad, bondad y belleza en sí mismo como para darle sentido a la existencia de un hombre concreto y singular.

La formación sacerdotal enfrenta hoy desafíos particularmente complejos y difíciles en esta misión de formar pastores según el corazón de Cristo. Uno de ellos es precisamente favorecer aquellas condiciones personales, eclesiales y pastorales que permitan una vivencia saludable del ministerio sacerdotal.

Promover la salud integral de nuestros pastores -física, psicológica y espiritual- se ha convertido en un objetivo importante de la Iglesia, madre y maestra de vida cristiana.

El Equipo “Jeremías” ha surgido como un intento de respuesta a los interrogantes que surgen de una Iglesia que se pregunta por la salud integral de sus presbíteros. Inicialmente, la preocupación estuvo centrada en el abordaje de algunos problemas particularmente agudos que hoy se presentan: abusos sexuales de menores, abandonos ministeriales y otras problemáticas de vida sacerdotal. La reflexión compartida ha ido abriendo horizontes. Sin dejar de pensar en los problemas arriba señalados, se ha visto con claridad que se ha de trabajar para favorecer las condiciones que hagan posible la formación integral y la madurez necesaria para un ejercicio pleno del ministerio de los sacerdotes.

Las breves líneas que siguen son fruto de este camino compartido. Buscan presentar los elementos fundamentales del servicio que el Equipo “Jeremías” puede brindar a la formación inicial y permanente de los futuros pastores de la Iglesia que pregrina en Argentina.

Constituyen un borrador que, ante todo, nos ha ayudado a nosotros a clarificar mejor nuestro servicio a la CEMIN y, a través de ella, a los obispos argentinos. Están abiertas a correcciones y nuevos desarrollos.

Si se ve conveniente, podrán transformarse más adelante en un propio y verdadero Estatuto y Reglamento, en el marco de la organización de la Conferencia Episcopal Argentina.

¿Por qué el nombre “Jeremías”?

Origen

Presentación Institucional

Estatuto del Equipo “Jeremías”